¿Cuál es el origen del Chocolate con churros?

Para celebrar el Día Internacional del Chocolate he querido compartir con vosotros la historia de uno de los platos madrileños más conocidos en el mundo entero: el Chocolate con churros.

El chocolate con churros se ha convertido en uno de los platos  más típicos de la gastronomía española expandiéndose por toda latinoamérica, por países como México, Argentina, Venezuela y Chile.

Este castizo desayuno comenzó a hacerse famoso a principios del siglo XIX. Compuesto por dos elementos de diferente origen, que aúnan el amargor del chocolate con los aromas aceitosos y salados del churro.

Los churros, y su variante más grande, las porras, se popularizaron rapidamente en las ferias ambulantes de los alrededores de Madrid por su bajo coste.

 

 

Este producto es originario de los reinos españoles medievales del siglo XIV, herencia directa de la cocina sefardí. Sin embargo, su nombre tiene un origen diferente. Se dice que los pastores españoles se aficionaron a este tipo de fritos llamados en aquella época frutas de sartén, por su sencilla elaboración, puesto que las hacían mientras cuidaban a su rebaño de ovejas churras.

No obstante, el origen del chocolate es bien distinto. Este rico manjar proviene del árbol de cacao que crecía en Mesoamérica. Una mercancía que fue bebida sagrada de los Olmecas, moneda de cambio de los mayas y posteriormente de los aztecas, que llegó a Europa de la mano de Hernán Cortés en el siglo XVI.

Poco a poco, esta bebida comenzó a ser la favorita de la realeza española, luego de la alta sociedad europea en el s. XVII y se democratizó ya en el s. XVIII con la creación de las primeras tabletas de chocolate.

La mezcla de estos dos productos revolucionaron la capital convirtiéndose en un estandarte hoy en día de la misma. Numerosas son las chocolaterías y las cafeterías dónde puedes degustar este desayuno o merienda en los fríos días de invierno. 

La chocolatería San Ginés es una de las más antiguas de Madrid, fundada en 1894, es conocida por tomar esta especialidad el día de Año Nuevo. 

Fue tal la fama de esta chocolatería tanto a nivel nacional como a nivel internacional, que desde 2010 ya ha abierto otras chocolaterías en Tokio, Shanghai y Bogotá.

Este desayuno madrileño ha pasado de generación en generación sin perder su esencia. Sirviendo de excusa para estar en familia o con los amigos tomando un chocolate caliente con un par de churros.