Segundo día en la ciudad alemana. Aunque hace un día soleado, las temperaturas han bajado más y la bufanda ahora forma parte de mí.
De camino a la isla de los museos descubrimos un montón de mercadillos, de hecho llegamos a estar en uno de ellos. La gastronomía, el arte y las antigüedades se apoderan de las calles por un día. De alguna forma, convivimos con la gente local visitando estos puestos que no paran de sorprenderte.
Tras pasar por las tiendas oficiales - cafeterías de Mercedes Benz y Volkswagen, llegamos a uno de los puntos más calientes en Berlín durante el siglo XX, el Checkpoint Charlie.
Un lugar que no deja indiferente a nadie, ya que ha sufrido grandes cambios en muy poco tiempo. En una parcela aledaña al paso fronterizo entre Berlín Este y Berlín Oeste te enseñan como ha cambiado ese lugar desde que se levantase el muro de Berlín en 1961 hasta la actualidad.
Después de ver el sufrimiento de tantas familias que se quedaron divididas por el muro y de la gente que perdió la vida intentando cruzar la frontera, te das cuenta que hagas lo que hagas, influye en el resto de la gente que tienes alrededor y que gracias a ti, se atreven a dar el paso para llegar al otro lado.
Cruzamos tranquilamente como si no hubiese ocurrido nada y nos dimos de bruces con un restaurante español. Barcelona, era el nombre de ese templo de la gastronomía española que en ese momento te alegra el día con unas simples lentejas, unas deliciosas croquetas y un monstruo de tortilla.
Volvimos a la andada y llegamos hasta otro punto del muro dónde explicaban toda la historia de Berlín desde la Propaganda del partido Nazi hasta el fin de la Guerra Fría.
Seguimos con la historia, y nos dimos cuenta que Berlín tiene un personaje iconico, el símbolo del semáforo, que se instauró en lado comunista en 1961 como protesta contra el capitalismo, convirtiéndose en lo que es hoy en día, un símbolo de la ciudad que decora los souvenirs.
Continuamos andando hasta el monumento a las víctimas del Holocausto, que recuerda a todas las personas que sufrieron aquella barbarie. Por último, llegamos al parlamento alemán, donde trabaja la Merkel, y nos hicimos la típica foto que se hace la gente cuándo llega a Alemania.
Todavía quedan anécdotas que contar de este viaje a Berlín. Sólo os puedo decir que continuará...
Si quieres saber cómo empezó esta aventura por la capital alemana no te pierdas Pequeñas reflexiones descubriendo Berlín y Una puerta, una cena y el Sony Center de Berlín.
Un lugar que no deja indiferente a nadie, ya que ha sufrido grandes cambios en muy poco tiempo. En una parcela aledaña al paso fronterizo entre Berlín Este y Berlín Oeste te enseñan como ha cambiado ese lugar desde que se levantase el muro de Berlín en 1961 hasta la actualidad.
Después de ver el sufrimiento de tantas familias que se quedaron divididas por el muro y de la gente que perdió la vida intentando cruzar la frontera, te das cuenta que hagas lo que hagas, influye en el resto de la gente que tienes alrededor y que gracias a ti, se atreven a dar el paso para llegar al otro lado.
Cruzamos tranquilamente como si no hubiese ocurrido nada y nos dimos de bruces con un restaurante español. Barcelona, era el nombre de ese templo de la gastronomía española que en ese momento te alegra el día con unas simples lentejas, unas deliciosas croquetas y un monstruo de tortilla.
Volvimos a la andada y llegamos hasta otro punto del muro dónde explicaban toda la historia de Berlín desde la Propaganda del partido Nazi hasta el fin de la Guerra Fría.
Seguimos con la historia, y nos dimos cuenta que Berlín tiene un personaje iconico, el símbolo del semáforo, que se instauró en lado comunista en 1961 como protesta contra el capitalismo, convirtiéndose en lo que es hoy en día, un símbolo de la ciudad que decora los souvenirs.
Semáforo de Berlín Este |
Continuamos andando hasta el monumento a las víctimas del Holocausto, que recuerda a todas las personas que sufrieron aquella barbarie. Por último, llegamos al parlamento alemán, donde trabaja la Merkel, y nos hicimos la típica foto que se hace la gente cuándo llega a Alemania.
Todavía quedan anécdotas que contar de este viaje a Berlín. Sólo os puedo decir que continuará...
Si quieres saber cómo empezó esta aventura por la capital alemana no te pierdas Pequeñas reflexiones descubriendo Berlín y Una puerta, una cena y el Sony Center de Berlín.
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