Tras degustar la comida típica alemana, cogimos un tranvía que nos llevaba al otro lado de Berlín. Para quién no lo sepa Berlín tiene muy buen transporte público, que actualmente sigue en expansión.
Llegamos a Hauptbahnhof, una estación de tren que tenía un centro comercial encima de las vías del S Bahn, algo que me impresionó desde el principio.
Volvimos al hotel y después de un pequeño descanso nos dirigimos al símbolo de la ciudad, la Puerta de Branderburgo. Una de las puertas más conocidas en el mundo ya que fue uno de los pasos fronterizos entre el Berlín este y el oeste. Cabe destacar que la construcción de esta puerta es anterior al levantamiento del muro de Berlín.
Cruzamos la puerta y pasamos al otro lado para seguir por el Tiergarten, continuamos todo recto por la calle del 17 de Junio hasta llegar a la gran columna del parque. Tuvimos la gran suerte que la calle estaba cortada por la manifestación contra el TTIP (la creación de acuerdo para formar la Asociación Transatlántica para el Comercio y
la Inversión (TTIP) que negocian UE, Estados Unidos y Canadá) , por lo que disfrutamos de un atardecer en medio de la calle con la Columna de la Victoria de fondo.
Pero lo más sorprendente de todo era que la manifestación ya había acabado y descubrimos que los alemanes no se lo montan tan mal en la manifestaciones. Encontramos numerosos puestos de comida, foodtrucks, artistas callejeros y grandes escenarios cómo si fuera eso un concierto de un artista internacional.
Cuando llegamos a la Columna de la Victoria, que se construyó en 1874 por la victroia de Prusia en la Guerra de los Ducados, ya se había hecho de noche ya anduvimos con el frío berlinés hasta la parada de autobus más cercana.
Cogimos un bus hasta uno de los lugares más sorprendetes de de la capital alemana, el Sony Center. Una cúpula de cristal que cambia de color según la luz que le dé, que cubre una plaza llena de restaurantes y de unos cines que participan en el Festival Internacional de Cine de Berlín, más conocido cómo la Berlinale.
Después nos fuimos a cenar a un restaurante americano llamado Andy's Diner & Bar Berlin, que tenía unas hamburguesas muy buenas, y como en toda Alemania, te sirven ensalada con pepino junto a la hamburguesa. No es que no me guste, al contrario, es uno de los mejores pepinos que he tomado en mi vida. También, probé la cerveza Berliner Pilsner, que no me conveció mucho, ya que tiene un sabor muy amargo, pero pude con ella. XD
Salimos del restaurante y hacía 6ºC en pleno octubre, demasiado frío para lo que yo estoy acostumbrado. Nos fuimos corriendo a la Postdamer Platz dónde estaban proyectando animaciones en los edificios en plena noche.
Así acabó el primer día por Berlín. Sólo os puedo decir que esto acaba de empezar y que la historia continuará....
Si quieres saber cómo empezó nuestro viaje por Berlín, lee el post Pequeños reflexiones descubriendo Berlín.
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