Tras visitar la pequeña ciudad de Potsdam volvimos a la capital alemana. Antes de llegar al centro de Berlín decidimos visitar uno de los pocos edificios que quedaron en pie tras la Segunda Guerra Mundial, la torre de la iglesia en memoria del emperador Guillermo (Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm).
Posiblemente un icono de la ciudad y de la memoria histórica de la ciudad. Tras la IIGM los alemanes decidieron dejarla cómo había quedado durante la guerra para recordar lo que había ocurrido en Berlín. Cuando ví esa torre en ruinas recordé mi viaje hace un par de años a Baviera, puesto que Múnich fue una de las ciudades más perjudicadas tras la guerra, incluso más que la capital alemana.
Cerca de la Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm, hay un centro comercial muy particular llamado el Bikini Center. Un complejo comercial dónde puedes encontrar las más marcas de moda y las más alternativas al mismo tiempo.
El Bikini Center se ha convertido en la cuna de los jóvenes creadores y diseñadores de Berlín. Lo más novedoso y peculiar del mundo de la moda, la belleza, la decoración, la gastronomía o el arte lo puedes encontrar en este centro comercial, nosotros pudimos ver una tienda exclusivamente de monos enteros llamada Onepiece.
Una marca que por lo visto es muy conocida por las estrellas de Hollywood, Taylor Swift, Beyoncé, Justin Bieber o incluso Simon Cowell visten estos monos, cómo podeís ver en su web.
Lo más característico del Bikini Center es que puedes disfrutar del Zoo de Berlín desde la azotea de este centro comercial o tomando un café en la planta baja observando a los animales del zoo berlinés. Todo un lujo para algunos y un placer para otros.
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| Victoria Park, Berlín |
Quedaban pocas horas para que acabase el día, pero antes quería visitar un sitio que me habían recomendado el Victoria Park. Uno de los parques menos conocidos de la ciudad pero con mayor encanto, ya que desde su colina se contempla todo el skyline de Berlín.
Un bonito atardecer presidido por un monumento nacional dedicado a las batallas de la guerra de independencia alemana.
Al día siguiente nos levantamos con un día nublado y muy frío. Aún así disfrutamos de grandes graffitis y de algún que otro secreto en la zona más moderna de la ciudad.
El viaje llegó a su fin, pero Berlín siempre quedará en mi mente como uno de los lugares dónde más historia sentí.
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